lunes, 21 de septiembre de 2009

It’s Football day… tragedia en la cocina, futbol, coraje y amistad

It’s Football day… tragedia en la cocina, futbol, coraje y amistad



No puedo explicar la frustración que siento en este momento.

Hoy me levanté muy tarde ya que había dormido poco (llegue del juego a la una de la mañana) y no desayuné ni comí.

“Todo estaba perfecto, solo una malpasada y no pasa nada, llego a casa y a cenar lo que quedo de lasagna”

Llegué a mi casa a las 9 de la noche, abrí el refrigerador y no había leche, además olía como a fresa (así le digo yo cuando se pone ácida).

“¿Dónde está la leche?”

La leche estaba justo debajo, derramada perfectamente sobre la lasagna, era tan prefecto que ni una gota se había derramado en el refri, todo estaba en la caja de la lasagna.

Me fui a tirar el desorden y con los 8 euros que tenía en la bolsa me fui a comprar cosas al súper… ¡qué tonto soy! ¡Estoy en Francia, los supers ya están cerrados y la gente está viendo prisión break con su estúpido doblaje francés!

Con toda mi frustración me dirigí hacía mi último consuelo… el Mcdonals, el mismo restaurante al que había ido ayer después del juego por que se suponía que el domingo iría comer fuera.

El plan de austeridad semanal se fue al carajo y perdí 6 de mis 8 euros en una Big Mac, era eso o terminar con los ravioles. Mi trauma ahora se iba hacia la leche, ¿Por qué se perdió? ¿Qué le paso? ¿El jugo y los ravioles también habrán muerto? (es lo único que me queda). Me acaban de explicar que la leche dura pocos días si no está envasada en tetra pack.

Mañana tendré que hacer súper a conciencia, me gusta Mcdonals, pero ya comerlo dos días seguidos no, además en verdad estaba feliz porque había logrado no gastar hoy jajajaja… pobre iluso.

Volviendo al punto de la nota no todo está mal, porque mientras la leche goteaba y goteaba… Yo estaba en el Parc des Princes viendo a mi PSG!

El día comenzó bien, me levante y vi un mensaje de que los Dorados habían ganado en Culiacán, entonces me metí a bañara y alistarme porque me iría a un bar a ver al Manchester United, para después ir a ver al PSG.

Como decía el Kawachi en los anuncios de la presidencia del 2006, “ya llevaba uno de tres”

Es aquí donde les presentó uno de mis temores… el Fenómeno al que yo llamo “Llausás”



El fenómeno Llausás es un fenómeno cíclico, como el fenómeno del Niño que nos enseñan en la escuela, o la malaria y la peste bubónica.

¿En qué consiste? En que conforme avanzo geográficamente los equipos empiezan a perder de una forma u otra, conforme me alejo, milagrosamente los equipos empiezan a ganar. (Todavía no está comprobado científicamente).

El caso es que me fui al bar, no sin antes cubrir cualquier cosa que me haga ver fanático del PSG. No escondo mis colores, pero es una locura caminar sobre el barrio con mi bufanda y camisa del PSG, es como si Miss Israel modelara por la franja de Gaza entre puro palestino.

El bar nada del otro mundo, el partido era el clásico de Manchester, el Manchester United contra el Manchester City… un partidazo! Yo gritando y disfrutando y de repente, ¡Click! Se cambia el canal automáticamente al partido de Rugby.

Por más que yo y otro viejito alegamos nos explicaron que todo está programado y que no podían hacer nada… en fin ese bar acababa de perder un fiel cliente, porque nadie me quita un
United – City cuando van dos a dos.

Después me enteraría que ganamos 4 a 3 (ósea fue un final de partido súper emocionante), en ese momento sin saberlo llevaba dos de tres.

Pasé el tiempo en un mercado de antigüedades, viendo un montón de cosas bien padres (y caras), me dio hambre y me comí un Kebab para irme al estadio.

Ya en el metro me liberé de todo tapujo más rápido que lo que el gay del video de Gloria Trevi sale del closet, “y me saqué la gorra me puse bufanda, me quite chamarra y saque mi camisa” (8)(8).

Las miradas de desprecio de una señora en el metro casi se podían traducir en un “ya están estos aquí otra vez, vagos desastrosos”, pero no me importaron las miradas de la gente, yo era feliz por que volvía a mi lugar favorito de Paris (perdóname vieja… digo perdóname Torre), el Parc des Princes.

En la parada del metro ya eran muchos como yo, parecíamos uniformados. Venía platicando con uno de ellos sobre la disolución que hizo el gobierno de los Boulogne Boys por actos de violencia.

“Desaparecidos? Jamás, seguimos vivos en cada juego” más tarde lo comprobaría

Al llegar fue como verificar el terreno, me sentía como alguien que vuelve a casa después de mucho tiempo en prisión y se pone ver qué cambios han pasado.

Me dirigí a la tribuna Boulogne para apartar un lugar, ya que el acceso todavía no estaba permitido, mientras pude ver como llegaban poco a poco los aficionados, unos tomando, otros borrachos, otros leyendo etc.

Boulogne es Boulogne, puedes ver a los skinheads, a la vieja guardia del 85, así como a niños con sus padres y a viejitos de 70 años que se comen las uñas como un joven de 15… todos cantan y comparten el mismo sentimiento que tu.
Poco antes de entrar se escucha un “Allez Marseille” que venía del otro lado, entre bromas y alcohol alguien había gritado a favor del peor enemigo… les juro que se hizo un silencio de los más de 300 que estábamos ahí, era un silencio como esperando que volvieran a decirlo para actuar, se escuchaban murmuros entre los grupos “Il a dit quoi? Allez L’OM” “Putain c’est qui a chanté”

En una de esas, dos tipos ebrios, uno llego de cicatrices y sin parte de su brazo empiezan a maldecir y se alejan buscando quien había sido el gracioso… en Boulogne no se hacen bromas.

Todo mundo esperaba el partido, era el mejor juego de semestre, ya que aquí no hay finales, sino que juegan todos contra todos y el que más haga puntos gana.

El partido era por demás complicado para Paris, para empezar nuestro defensa central estaba lesionado, nuestro nuevo delantero había sufrido una operación, y para acabarla de amolar nuestro mejor jugador y 10 había sido expulsado (acuérdense de la nota del bar).

Justo unas semanas antes de que todo esto pasara, el club había prestado y vendido a un buen delantero y al suplente del número 10, que además era un icono en el PSG.

Todo lo que te podía pasar en una temporada, le pasó al PSG en una semana (justo cuando llegué), así que íbamos a enfrentar al siete veces campeón de forma consecutiva y al mejor plantel (mejor pagado) de la liga, con los 11 jugadores que teníamos, y un montón de mocosos de la reserva en la banca.

Pero el PSG había empezado muy bien la temporada, sabíamos que estaban jugando muy bien y que habría problemas, por lo que si el equipo estaba jugando con todo, nosotros jugaríamos con todo en la tribuna, ya que a palabras de los rivales, el Parc des Princes es el estadio que más pesa en Francia, y los jugadores Parisinos dicen que la gente los empuja… había que hacer nuestra parte porque sería una noche difícil.

El juego no había empezado y el estadio ya era un hervidero, se había preparado u espectáculo de Tifossi, que son animaciones con banderas, cartulinas etc. Son verdaderas obras de arte si tomamos en cuenta como miles de persona que ponen de acuerdo para esto, chequen las fotos.

Además la patada inicial de este partido la dio mi más grande ídolo del París, el retirado PEDRO MIGUEL PAULETA. El estadio se cayó gritando Pauleta y agradeciéndole todos sus goles, ya que es el máximo ídolo y goleador del club… todo estaba listo para defender París.

El juego se ve parado, es imposible estar sentado porque siempre estas cantando, y saltando, además que la adrenalina hace que no te sientes, el ambiente se contagia y el estadio ruge.

París empezó dominando y el anotó un buen gol, ¡imaginen el estadio! Me cayeron encima dos personas que se habían parado sobre unos tubos de un asiento, la gente se abrazaba y agitaba sus bufandas, ¡estábamos jugando el partido perfecto a pesar de todas las adversidades! ¡Paris estaba confirmando que jugaba como hombres en el campo! Y mejor aun ¡Nosotros teníamos un gran ambiente!

Lyon hacía cambios y sacaba una estrella para meter a otra, tenía delanteros de sobra, intentaban por un lado e intentaban por otro, pero simplemente no podían, nuestros delanteros hacían grandes jugadas, sin embargo el portero del Lyon hacía atajadas impresionantes, no por algo es el titular de la selección Francesa.

Todo era mágico, parecía un sueño y mi “3 de 3” estaba cantado faltando 15 minutos para el final.

París estaba cansado, pero jugando muy bien… cuando Lyon había hecho sus tres cambios, París sacó al autor del gol (el mismo número que traigo en mi camisa) que salió ovacionado, y metió a un joven con la misión de no dejar que nada pasara para lograr la hazaña.

Desgraciadamente no todo es perfecto…

Faltando 5 minutos para el final, en una jugada que debía de haber sido cortada por una falta que le hicieron al PSG, el árbitro decide de continuara, y peor aun el jugador del Lyon hace un pase a la nueva estrella del Lyon, que estando en un fuera de lugar clarísimo marca el empate.

(Para los que no sepan, al momento en el que te la pasan, no puedes estar delante de los delanteros, eso es un fuera de lugar, cuando eso pasa la acción no vale).

¡Dos errores del árbitro en una misma jugada! París había hecho un juegazo por 85 minutos, pero con una gran actuación del portero del Lyon y la ayuda del árbitro (Ya que Lyon es un equipo de jerarquía en Francia, el mejor de la era moderna y muchas veces los árbitros no le pitan las faltas y esas cosas) el Lyon se llevaba el empate.

La gente en Boulogne estaba que se la llevaba la fregada había gente golpeando las butacas, gritando de todo.

Se había empatado de última hora… un resultado que antes del juego pudiera haber sido bueno por todo lo que comenté, pero que viendo el juego era tan cruel y triste, que son esas cosas que solo le pasan al PSG.

Todavía recuerdo cuando me hacían burlas por irle al PSG, sobretodo Nelson Amparan el comentarista de deportes de Tv Azteca, y mi frase favorita para contestar era:

“No pasa nada, el Paris es un equipo que, de tan parisino, aprendió a perder con estilo”

Solo puedo resumir a mi equipo francés en esa frase, son los malos de Francia, los que siempre son calificados de inútiles, ya que a pesar de estar en la capital y la mejor ciudad de Francia, no pueden ganar… simplemente la ciudad les queda grande, pero han absorbido ese estilo Parisino y hasta lo reflejan en sus derrotas.

Pero esta vez no perdimos, sin embargo se sintió así los primero minutos después del silbatazo.

Sin embargo este equipo es diferente al de otros años, tiene mucho coraje y juega muy bien frente a la adversidad, no solo se conforma con el estilo, sino que el nuevo entrenador le inyectó mucha fuerza… ya no somos los cremitas de la liga, seguimos siéndolo pero ahora jugando al futbol y sobreponiéndose a la adversidad.

Fue triste estar tan cerca de ganar, pero será un orgullo ir cada 15 días a ver un equipo que juega así, y apoyarlo con toda esta gente.

Al final no había caras largas en el Mcdonals de los alrededores, sino un sentimiento de esperanza, ya que las heridas de los lesionados sanarán y los expulsados regresarán.

En ese Mcdonals pude conocer a Benjamín, un joven de mi edad que es abonado del PSG. Nos sentamos y comimos juntos, platicando sobre el PSG y como habíamos visto el juego.

El se sienta justo enseguida de Boulogne, ya que el ambiente sigue siendo bueno y no hay tanta violencia. Nos hicimos amigos rápidamente y creo que el próximo partido iré a su zona… seguiré cantando y apoyando, pero dejaré la zona Boulogne para cuando París nos vuelva a necesitar.

No se pudo el 3 de 3, sin embargo es como un 5 de 3, ya que Perdimos dos puntos esta noche, pero ganamos mucho corazón, esperanza y hasta un amigo.

Para terminar, hablando del fenómeno Llausás… mientras caminaba a tirar mis patéticos productos congelados y buscaba algo de comer se me vino a la mente un dato curioso.

Paris jamás ha perdido estando yo en el estadio, por lo que creo que el fenómeno queda descartado.

Allez Paris! Paris est Magique!

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